miércoles, 29 de agosto de 2007

El puro de la paz

Esta foto es de hace algunos años, en Cuba. Fue una foto totalmente espontánea. Este señor, con arrugas que denotaban una gran cantidad de años, estaba sentado en una hamaca, fumándose un gran puro, como no podía ser otra cosa en Cuba.
Nos vio salir de una tienda y se acercó a nosotros y sin mediar palabra, se agarró a Javi, le ofreció fumar de su puro, y nos dijo con voz carrasposa que le hiciésemos una foto.
Así lo hicimos con gusto y después, nos pidió, como no podía ser de otra forma, una propina por haberle inmortalizado en nuestros recuerdos.
Ahí queda la foto, ahí queda el recuerdo de los siempre sonrientes cubanos.

jueves, 16 de agosto de 2007

Vision viajera

Ayer, intentando buscar en el baul de los recuerdos fotos de nuestros primeros viajes para poder escanerlas y colgarlas en este blog, me di cuenta de una cosa: cada viaje que uno hace, le prepara un poco más para el siguiente.

Tengo recuerdos bonitos, menos bonitos, ,... de todo, de todos y cada uno de los viajes que hemos hecho, pero viendo aquellas fotos pude comprobar que la visión viajera va madurando a la vez que nosotros mismos. Aquellas fotos están cargadas de monumentos, piedras, algún paisaje, pero no encontré fotos que reflejaran las culturas de aquellos lugares por los que pasábamos.

Nuestros viajes eran de una mente casi adolescente que aún no apreciaba la belleza auténtica de las cosas.

Por suerte, eso va cambiando y cada vez buscamos destinos que nos aporten algo diferente a lo conocido. Nuestras fotos buscan reflejar esa costumbre ancestral, esa cara arrugada cargada de historias que contar o ese sitio que, bonito o no, nos transmita una sensación.

Por eso, en este post no voy a poner fotos.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Sapa y el arroz

Cuando estás en Sapa, te olvidas de que perteneces a ese paisaje compuesto de edificios grises y altos como llorando al cielo.
Cuando empiezas a caminar entre sus montañas, entre sus arrozales, te sientes de allí. No observas con ojos de turista si no con mirada de añoranza, de envidia de no pertenecer a esas tierras. Y eso que allí la vida es dura. Los niños supuestamente van a la escuela sólo hasta las 11 de la mañana porque después tienen que ayudar en el campo (como se puede apreciar en la foto). Y digo supuestamente porque por cada aldea que pasábamos, había unos edificios enormes, bien conservados y cuidados, a diferencia del resto de casas hechas de adobe y paja. Estos edificios eran las escuelas y entonces admirabas esa sociedad donde tanta importancia le daban a la educación. Pero,...., por desgracia, siempre estaban vacías. En cambio, en los caminos te cruzabas con multitud de niños en los arrozales, tirando de sus bueyes, o acompañando al ganado , o cuidando de los hermanos pequeños. El problema?...... que aún no eran las 11 de la mañana!.