viernes, 20 de abril de 2007

"Revivir" épocas pasadas

Viajar a Cuba es viajar a un pais donde no ha pasado el tiempo. Desde que aterriza el avión, ya te das cuenta de que lo que has hecho ha sido un viaje temporal al pasado: los coches, los edificios, etc, son de los años 50 ó 60 y hasta los escasos coches modernos que se cruzan por sus calles, te parecen fuera de lugar. Esto es mágico, pero,... también triste, porque los años pasan factura a todo allí y no hay nadie que lo arregle. Como nos decía Rafael, (un buen amigo cubano y aprendiz de santero que conocimos allí), "aquí todo funciona hasta que deja de funcionar. Cuando lo hace, ha muerto para siempre; nadie arregla nada"



Aún así La Habana es una ciudad alegre: está envuelta en colores y música, y la sonrisa siempre presente en todos y cada uno de sus habitantes, hace que a veces te olvides de la suciedad de sus calles, del racionamiento escaso de alimentos y productos para la higiene a la que están sometidas sus gentes, y sobre todo, de la falta de libertad que tienen que sufrir por el regimen castrista.



Nosotros fuimos con ganas de conocer un pais comunista, pero lo que vimos nos llenó de decepción. Es cierto que la educación y la sanidad ocupan un lugar importante allí, pero por desgracia, también lo ocupa el miedo, la represión, la falta de libertad y,...el hambre (no la hambruna que azota muchos paises, por ejemplo, africanos, pero sí una cartilla de racionamiento que resulta ridícula para una persona adulta). A pesar de eso, todos son-parecen felices, pero cuando el cambio, no muy lejano, les envuelva en el halo del capitalismo, muchos echarán de menos esa limitada cartilla de racionamiento.

Pero esa sensación de querer volver alli, de haber pasado poco tiempo, también nos acompañó en este viaje.

Además tuvimos la suerte de conocer a dos personas estupendas, que nos acompañaron (sin ningún tipo de interés económico) y enseñaron toda La Habana (hasta rincones donde pocos turistas se atreverían a visitar), y nos abrieron las puertas de su casa.











Rafael y Shaily, nunca os olvidaremos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que guapoooooooooooooo. Conozco a mucha gente que ha ido a Cuba, todo el mundo ha vuelto encantado, a pesar de las características de este pais. Es como cuando piensas que hay que querer a las personas por como son, "por su interior", con Cuba debe pasar algo similar.

Un beso preciosidad, te está quedando un Blog muuuuyyyyy guapo!

V(B)iajero Insatisfecho dijo...

Torrete´s:
Yo, que también conocí Cuba, no quería hacer un comentario sobre ella. Me da tristeza. Gracias, por hacerlo vosotros.
Desde La Habana alquilé (compré) un coche pirata, destartalado, con conductor, y atravesé la isla hasta Santiago, tratando de vivir como un cubano. Experiencia bonita, muy difícil, pero triste.